lunes, 24 de junio de 2013

Desertización

Incendio forestal en Sierra Mariola, 10 de junio 2013
lasprovincias.es
Se nos quema la sierra y no elijo quedarme en silencio. Toda ella con un valor que muchos no han interiorizado. Lo silenciado pide ser nombrado porque lo antiguo y lo nuevo tienen similitudes. Por estos lares siempre habrá un mirar que no profundiza.
Lo antiguo: Han pasado casi veinte años y recuerdo, como ayer, la humareda de aquel verano del noventa y dos. Salía del trabajo, desde el Hospital de San Juan, camino a casa dentro del coche, Oyendo a Enya, abrí la ventanilla sorprendida y la volví a cerrar pues era disputado el aire entre aquellas pavesas de química vegetal que volaban por encima de mi cabeza, y caían cenizas, se supo que de un bosque de por ahí por Benidorm más o menos, que nos daba la frondosidad del vivo verdor de otro pulmón alicantino que ahora se nos quemaba. Aquellas cenizas avisaban del desprecio de los que llegaban para quedarse, del uso del poder tan superficial e inmediato, de la pervivencia y glorificación megalómana de político monumental, que se iba a establecer institucionalmente, a la par de su codicia que todavía no han penado.
Lo nuevo: Aquí tenemos una fotografía reciente. Al abandono mayoritario de los cultivos tradicionales cercanos a nuestras sierras y del desinterés político por los pulmones verdes se suman los recortes criminales, porque criminal es recortarle a él, si, al medio en que vivimos,  naturaleza y futuro son inseparables, y si de esto hablamos, del futuro, hoy por hoy a quién le importa una pista de fórmula uno.
Y siguen sin penar.
Mientras tanto no puedo olvidarme de esta cita (de Verdaguer) que encontré en un libro de los que editaba la Caja de Ahorros Provincial, en Alicante, año 1987, realizado por el biólogo D. Carlos María Mansanet Terol, sobre incendios forestales en Alicante, que dice así en el prólogo:

 "De gom a gom quan s'omple l'espai de fumarella,
 i's fòn d'un cap al altre la serra de cremor,
sota'l mantell de flames que l'huracà flagella
la terra dolorida gemega com un cor".   Verdaguer

domingo, 23 de junio de 2013

Jánovas bello






Recientemente me ha venido al pensamiento un pueblo abandonado de Huesca, cercano a Aínsa, que visité junto con mi familia hace ya unos años,
trayéndolo al recuerdo por lo que le distingue: es de una belleza especial. Aquel día no teníamos pensado siquiera acercarnos (ya habíamos visto desde la carretera, la noche antes, el embalse y la presa del Mediano, de inquietante tamaño, además recordando el pueblo sumergido que da nombre al mismo, en el río Cinca), como digo, nos dirigíamos al parque nacional de Ordesa, mas en el camino el propio Jánovas, misteriosamente atrajo nuestra atención y nos llevó hasta él. A pie, cruzando el puente peatonal en el río Ara, nos encontramos con el lavadero bien conservado y también un gran nogal creo recordar era; una vez en el interior del pueblo, la sensación era de respeto, con un silencio denso, como si a los antiguos habitantes les hubieran arrancado de sus casas de cuajo. Por qué se mantenían muchos de los muros de piedra pero no los tejados, me preguntaba sin ninguna intuición. Desde ese mismo momento quise saber y supe que en los años 50 se proyectó un embalse para central eléctrica con las aguas del río Ara; que a principios de los 60 se iniciaron las expropiaciones, donde hubo todo tipo de abusos: la voladura de las casas de los primeros que se marchaban sin considerar los otros habitantes, sacando de la escuela de los pelos y a patadas a profesora y niños, ya que la Dirección provincial de Huesca, no la clausuraba mientras hubiera niños. Si no bastaba con esto continuaron arando campos, talando frutales, destruyendo acequias y cortando luz y agua. Jánovas acabó en expulsión forzosa pero no en pantano. Sí, toda esta prepotencia y no hubo pantano, porque no interesaba económicamente a la actual Iberdrola las condiciones impuestas por Franco para recibir dinero público. Un atropello y un fiasco. Sé que los antiguos habitantes o sus familias, llevan 50 años peleando, congregados en una asociación, que solicitaron estudio de impacto ambiental y tras el informe negativo, la reversión de propiedades, esperando volver, ahora entiendo lo que sentí en el malhadado Jánovas bello: sus antiguos propietarios lucharon, sus familias luchan sin respiro. Por cierto, la pequeña iglesia que posee tenía un pórtico románico que fue trasladado a otro pueblo cercano llamado Fiscal.

63 mil personas

Ayer me topé con un titular de prensa, choqué con la noticia porque rehúyo estar todo el día, todos los días, con un motivo de disgusto. La evidencia hecha cifras: 63 mil personas necesitan de la caridad en la provincia de Alicante. Lo primero que pienso es ¿cómo habrá aumentado su presupuesto Cáritas, para tanta necesidad? Algo me empuja a no querer creer –la cifra es, es, es… no sé qué decir- aunque soy consciente de la situación que se nos ha anidado (hace unos años, solo revolaba por nuestras cabezas, los del ladrillazo, del ataque a la ordenación territorial, de la LRAU y posteriores, de la falta de consciencia), y tengo bien identificados a los culpables, si, son aquellos que con sus prácticas criminales político-económico-sociales, provocaron un efecto dominó y fíjate, quienes eso hicieron, los que empujaron la primera ficha, no han entrado todavía a la cárcel, incluso sospecho que ni están ellos ni mucho menos “su” dinero en España, a lo mejor sí que están, amparados por x personas. Digo que no quiero creer que nos estén empujando hacia la pérdida de la ciudadanía, en su significado más profundo, según el DRAE “cualidad y derecho de ciudadano”; Tanto tiempo trabajándola nosotros los españoles, nuestros derechos, porque somos un pueblo trabajador y queremos seguir siendo alegres, agradeciéndoselo a nuestra luminosa y acogedora tierra cada día, eso queremos. Con todo esto me viene al cuerpo la desolación que sentí cuando vi la película de Fernando Fernán Gómez “El viaje a ninguna parte”, basada en su novela, narrándonos la muerte de una forma de vivir, la del teatro ambulante, lo que empieza siendo las peripecias de una compañía familiar de cómicos que, recorriendo caminos quieren representar su sainete, su obra cómica por los pueblos rurales a cambio de comida y lecho dignos, acaba miserablemente compitiendo con la llegada del cinematógrafo, con el hambre, con el frío, con la pérdida de la memoria legada por sus antepasados también cómicos, y al final les vence. Triste película, triste realidad.

Recuerdo de un aroma

De niña, paseando una tarde a primerísima hora de aquel verano de hace más de cuarenta años con mi madre, por un jardín-huerto cercano a mi casa, que parecía abandonado o por lo menos asilvestrado, nos detuvimos un momento a observar un cenador por su decorado de bonitos azulejos y se me quedó fijado en el mismo recuerdo un aroma vegetal que casualmente lo he identificado hace apenas dos meses, evocando aquel momento tan lejano. Se trata del ENELDO, si lo ves crees que es hinojo enano, pero su perfume tiene un punto fuerte, como algo más que una hierba verde, balsámico quizás, me cuesta describirlo en realidad. Como no pienso quedarme con las ganas de contároslo, eso que me pareció el aroma del eneldo, voy a recurrir a una nariz experta, para ello, como no, me he metido en una página de perfumistas, y dicen que "tiene un olor a hierba verde, amaderada, tiene una nota ligeramente resinosa, especiada, recordando a la grana de Comino. Se utiliza como nota de corazón." Y la verdad ¡me he quedado complacida!

domingo, 16 de junio de 2013

Anochece


Unidos
frente al mar
contigo,
alejados de la luna
nos miramos

Del eterno repicar de las conchas marinas
que a la orilla arrastra,
tintineos en la arena
como los mil años de mil monedas argénteas suenan
y lo mudan en un aliento nuevo
fresco oleaje negro de sal y agua
que nos regala minutos de millones de chispas blancas

Fría caricia de noviembre aquella noche mediterránea

En la oscuridad, lejos de la luna,
querrías ver mis pupilas,
aunque solo observes el contorno de mi cuello de cisne negro

Te mueves y me sostienes

Te abrazo y te ablandas

Aunque fuera del mundo y alerta, 

estamos gozando del fruto primero del jugo a saborear

Emocionado intentas dar un impulso a mi encogimiento

Tu cualidad esa que admiro, en este momento ensordece