viernes, 30 de enero de 2015

Hamid

Una mañana, la primera
de la primavera
mediterráneamente soleada,
caminaba por la calle
envuelta en su pelliza
de cuello invernal,
a paso lento

Subliminal mirada
de entonado acento
encantado con la visión,
me empujó,
como rama batida por el viento,
justo a su lado

Se dirigía a la concentración de manifestantes
cerca el ayuntamiento o la plaza
en señal de protesta importante,
le dijo a mi amable gesto
de jocosa bocamanga
con cara de ángel o de pregunta

Extranjero yo en esta tierra
de ancestros matemáticos
que no me faltaron aquí asentados, eh!
pese a quien le pese,
la acompañé al plante

Entre un millar de banderas del “no”
llegó la retirada,
con ella nuestro adiós sin nombres
dos desconocidos en la ciudad
hasta agosto…

El azar o su afán
quisieron que llegara el verano
en que la volviera a ver

Agosto, una calle céntrica
A su sonrisa le tomé la palabra
Invitándole a un café
antes de su vuelta al trabajo

O Marzo, otro año, otra visión inesperada
cuando me dijo que era así como su joven hermano

Estoy lejos o cerca de ti
constelación de الحوت الجنوبي





viernes, 16 de enero de 2015

Frío


Somos nosotros
aquellos dos ríos que no desembocan

¿Por qué?

Porque compañero del aire es el frío
para llegar al mar en otoño.
Enamorado frío,
tus manos acaricia todo
y muda en unas gotas de sudor acrisolado
entre sábanas blancas y luz del mediterráneo

De la primavera, mientras
brotan unas lágrimas
tan sólo agua de cristal
reflejo insostenible del milagro

Y no desembocan…

Por un pedazo de nuestro amor
entre la umbría
entra el aire silbando “he ain’t heavy, he’s my brother” (*)
trae al recuerdo los acordes de una armónica
y se escapa encarnando su símbolo
¡libertad! Tanto así nuestro sueño

Abierta a un verano de rayos solares
la calle llana
despoblada a mediodía
ancho sueño radiante
que proyecta la luz en la ventana
calor y color para nuestra vida
que impregna el espacio de nuestra habitación
esbozo repensado de la nada

Perfume de nácar perturba la tarde
junta nuestros cuerpos
algo muy menudo es este tiempo
poco más que ese renuevo orgánico y trascendente
donde descansa tu dedo
tu mano por entero
entre fragante hendidura
a punto de posarse
en sitio que equilibre
sobre tu sabia boca

Mis manos abren la húmeda morada
tibio néctar flor de la abeja a tus labios
deseosa lengua que labora
gustosa en un gajo de cierta orquídea
color rojo granada

Tacto de tiesura mineral
lapso de puntas y fresa
el nardo lame los suspiros
dados al primer intento

Otro siempre nos quedará


(*) The Hollies, canción “he ain’t heavy, he’s my brother” 1969