lunes, 2 de noviembre de 2015

Aquí te dejo hoy unas flores

Paco Frías (y h.) en la memoria.

Aquí te dejo hoy unas flores
caminando por el silencio de un bosquejo de mi mapa mental
levemente, casi de puntillas,
clavellinas rojas, caléndulas amarillas
y otra especie tornasolada en lila, indescriptibles, con la deseada lluvia

Las voy esparciendo por la hierba clareada de este mundo mudo,
extenso cuadro en la fosa de la guerra,
así la llaman algunos para resumir todo, antes, durante…
y lo que en ella fue un después de violencia y muerte

Ahora una Estela recuerda tu nombre, el de tu hermano, y setecientos

Perdona si no vine antes

Tanto tiempo silenciada,
vaga noticia sería la oscura vivencia de la abuela
si descontara lo que me han mostrado
la propia vida y un puñado de preguntas
como capas de cal viva

Setenta y cuatro años de olvido
desde abril no paro de recordar,
y ahora te pienso con mis otros muertos

Quiero creerlo Paco:
¡Llegará la justicia para ti y los que te acompañaron!
Al menos los cambios han comenzado
quizá el próximo decenio sea decisivo


 


domingo, 8 de marzo de 2015

Luz de fondo



Como el fresco de la noche
sin artificios
diría aun con un aire garboso, de tu presencia
aunque una sombra efímera desvanece bajo tus parpados
mínima como mi vestido escolar
oscura, igual que estos ojos vivos
que ahora se detienen en tus labios
mientras analizo por qué estamos aquí
espiritualizando la conversación
 
Observada la equidad
como al horizonte los sentidos,
parece que quieras descubrir nuestra verdad
delante de dos cafés
 
Al calor de aquella tarde de septiembre
vi luz de fondo en tu insistencia
al calor de amorosa sensación
voluptuosa gota de rocío
en las hojas rojas del otoño
 
Desde entonces caminas
por un laberinto de pensamientos
decidido el paso ante tanta palabra
ahora turbia, luego esperanzadora,
pero siempre íntima
 
Arrullado por la ternura de un instante
tu mano transmite un mensaje a mi rodilla
sincero, corpóreo estremecimiento,
y te beso en los ojos, y
en la frente, como lo haría el ángel
con el que te recomendé soñaras: el púrpura
poco antes de desabrocharte la camisa.



viernes, 30 de enero de 2015

Hamid

Una mañana, la primera
de la primavera
mediterráneamente soleada,
caminaba por la calle
envuelta en su pelliza
de cuello invernal,
a paso lento

Subliminal mirada
de entonado acento
encantado con la visión,
me empujó,
como rama batida por el viento,
justo a su lado

Se dirigía a la concentración de manifestantes
cerca el ayuntamiento o la plaza
en señal de protesta importante,
le dijo a mi amable gesto
de jocosa bocamanga
con cara de ángel o de pregunta

Extranjero yo en esta tierra
de ancestros matemáticos
que no me faltaron aquí asentados, eh!
pese a quien le pese,
la acompañé al plante

Entre un millar de banderas del “no”
llegó la retirada,
con ella nuestro adiós sin nombres
dos desconocidos en la ciudad
hasta agosto…

El azar o su afán
quisieron que llegara el verano
en que la volviera a ver

Agosto, una calle céntrica
A su sonrisa le tomé la palabra
Invitándole a un café
antes de su vuelta al trabajo

O Marzo, otro año, otra visión inesperada
cuando me dijo que era así como su joven hermano

Estoy lejos o cerca de ti
constelación de الحوت الجنوبي





viernes, 16 de enero de 2015

Frío


Somos nosotros
aquellos dos ríos que no desembocan

¿Por qué?

Porque compañero del aire es el frío
para llegar al mar en otoño.
Enamorado frío,
tus manos acaricia todo
y muda en unas gotas de sudor acrisolado
entre sábanas blancas y luz del mediterráneo

De la primavera, mientras
brotan unas lágrimas
tan sólo agua de cristal
reflejo insostenible del milagro

Y no desembocan…

Por un pedazo de nuestro amor
entre la umbría
entra el aire silbando “he ain’t heavy, he’s my brother” (*)
trae al recuerdo los acordes de una armónica
y se escapa encarnando su símbolo
¡libertad! Tanto así nuestro sueño

Abierta a un verano de rayos solares
la calle llana
despoblada a mediodía
ancho sueño radiante
que proyecta la luz en la ventana
calor y color para nuestra vida
que impregna el espacio de nuestra habitación
esbozo repensado de la nada

Perfume de nácar perturba la tarde
junta nuestros cuerpos
algo muy menudo es este tiempo
poco más que ese renuevo orgánico y trascendente
donde descansa tu dedo
tu mano por entero
entre fragante hendidura
a punto de posarse
en sitio que equilibre
sobre tu sabia boca

Mis manos abren la húmeda morada
tibio néctar flor de la abeja a tus labios
deseosa lengua que labora
gustosa en un gajo de cierta orquídea
color rojo granada

Tacto de tiesura mineral
lapso de puntas y fresa
el nardo lame los suspiros
dados al primer intento

Otro siempre nos quedará


(*) The Hollies, canción “he ain’t heavy, he’s my brother” 1969